Tejiendo la huella

Recordarás, Viejo, aquellas palabras
¿Recordarás como yo?
Ese estirar para llegar a tus labios
Ese escuchar con ganas
Nunca antes me percaté de mis orejas.
Nunca antes de la necesidad de oír más allá,
Mucho más allá.

¡Que efecto!,
¡que huella!,
ese calor de cada letra,
una a una deslizándose,
gotas espesas y almibaradas de ti y tu necesidad de mí.

Una a una dejándose caer en ese modular tan tuyo
tan cargado de imprevistos,
tu verbo enardecido y tierno,
que ahora me empeño en hacer mío.

Recordarás, Viejo, aquel esfuerzo voluptuoso, sereno
aquel oír tus demandas tímidas y atrevidas a la vez
Y aquella respuesta
La única, la esperada
Palabras que hilan la unión
Sumaré zurcidos a mis recuerdos.

 

Muy bien zurcidas tus letras , un gusto leerte paisana, seguire tus versos

 

Hermosos versos María, mis palabras coinciden con las del amigo Oliver Leal, hay que seguir tus huellas. De modo que sigues Tejiendo la huella.

 

Gracias, Angel, las palabras siempre tejen, algunos hilos más gruesos que otros, algunos se enredan y otros se rompen, gajes del tejido.