Teléfono 2 (74)

Suena el teléfono...
corro apresuradamente
a contestar,
no es la Soledad
la que oigo al
otro lado,
nadie se burla
de mi,
ni una carcajada,
ni el frío silencioso
me hace presa
de su ironía...

escucho atento
y oigo tu voz...

el suave timbre de
tu voz me parece
un susurro que
canta alegría a
mi vida;
uno a uno me
vienen los recuerdos,
la melancolía
me abraza y
la nostalgia
seca mis lágrimas;
en mi interior
mi alma se
reconforta y
todo mi ser
se llena de felicidad,
bien valio la
tan ansiada espera
este momento en el
cual pude escuchar
tu voz.

Quise platicarte
mil cosas,
decirte cuanto
te amo,
contarte mis sufrimientos,
el tiempo que
he vivido extrañandote,
la espera que
atormentaba mi vida,
platicar de
cuanto he escrito
para ti,
de todo lo que
me acontece,
saber cuando
volveras,
cuando te veré
nuevamente,
enterarme de lo que
has hecho en el
tiempo que no
compartimos juntos,
platicar y platicar
por teléfono,
sin medir
el tiempo, aliviados
de toda preocupación;

pero tu voz
no la oia alegre,
parecia que el
llanto hacia
presa de ti,
te oias triste
y melancolica,
un gran vacío empezó
a envolver el tiempo,
temía lo peor...

y así fue;
tu llamada no
era para que
te dijera cuanto
te amo y todo
lo que te extraño;

no era para saludarme,
ni contarme
aquello que no
compartimos,

simplemente tu llamada
fue para decirme
adiós...