Tempus fugit II

Tempus fugit II

El tiempo, el tiempo siempre, nunca para
de perseguirme igual que algún sabueso.
El tiempo, el tiempo loco, el tiempo obseso
por ajar los contornos de mi cara.

El tiempo que marchita flor de jara
y todo enturbia con su manto espeso.
El tiempo que asesina hasta ese beso
nacido del amor como agua clara.

El tiempo es un regreso hacia el origen,
una ilusión de instantes que se eligen
para soñar que existe la belleza.

El tiempo, el tiempo, el tiempo avaricioso
destilando el perfume venenoso
del cual se nutre la naturaleza.

 

Cómo agua entre los dedos, el tiempo se escapa de este cuerpo. La vida que florece, inexorable se marchita. Por eso al vivirla, día a día debemos exprimirla. Un abrazo.