Ten Más Cuidado, A Veces Me Duele

Siempre te lo pido,
siempre ha sido así,
no siempre disfruto de largos momentos de dolor,
tú sabes, la piel roja, las manos dobladas,
la cara ajada, el cuero mojado sobre mi espalda mojada,
los afilados dientes de piel remojados en aceite, para pegarse mejor,
para sentirse mejor,
tú los sientes mejor, y los disfrutas sin temor,
para mí no siempre es así, ten más cuidado por favor,
manten un poco tu saña y tu fiebre de amor por mi dolor un poco alejada,
ligeramente controlada, a veces me duele, a veces me irrita,
no siempre me inspira, ni siquiera cuando usas las tiritas, aunque sean pequeñitas, siempre arden como fuego pequeño,
como lamento chileno, como hombre, como fuego, como yo,
pero no siempre fue así, lo sé,
no siempre protesto, eso sí lo sé,
pero cuidado con las tiras, eso, los azotes, respeta mis dolores,
mis escozores, esos que apenas escuchas, pero que a veces te gustan horrores,
despacio, sin prisa,
tenemos tiempo, tenemos codicia,
tienes aprecio, entonces lo aprecio,
lo entiendo,
cuidado con mis manos, pies y ojos,
no siempre disfrutan presiones, temores, desuniones,
se hieren,
se curten,
pero sufren en el proceso,
de tanto retroceso,
de tanto secreto,
cuidado,
por favor.

 

Vaya, es un escrito
un poco fuerte
de dolor físico,
que a veces traspasa la piel,
algo distinto a lo que me tiene
acostumbra, pero igual de genial,
un gusto
Saludos​

 

Dulce Sabrina, le agradezco su comentario directamente del continente de los Euros.