Tendencia invernal

He venido pensando tumbado en el pasto al calor frió de noviembre,
veo extraños cristales pasar por mis ojos subido en una barra de metal,
a veces tomo agua y me quedo viendo la nube arriba,
otras camino sin infancia ni vereda a 2 metros.

Si gritan mi nombre no se si voltear,
no se si seguir de filo si me mira algún conocido,
no se de que hablar cuando estoy con mis camaradas de andanzas bachillerales, me hablen a la vez que no los oigo y solo veo moverse sus labios a modo de palabras.

Mi pluma empieza a ser de repente una mosca alada que vuela haciendo círculos como alrededor de un cadáver,
apenas moja el papel y basta para romperlo a lagrimas,
esas mismas lagrimas escurren dentro de mi cuerpo.

Algo me ha venido pasando a cada rato que el viento me habla y digo que me acaricia, no se si sean los desvelos, o que soy un poco mas viejo, o que mi semestre va a terminar y tengo una extraña melancolía, o tal vez el humano con cara de mujer que conozco apenas, que me electriza a la vez que me desbarata en un abismo mudo del que no es parte ella, no se…

A lo mejor llego a suponer que es porque ya se acerca mi debida y anual depresión decembrina la cual padezco años atrás,
o que empieza hacer mas frío por las noches y no hay tantos poetas afuera,
o porque no he escrito algo de amor desde hace mucho,
no se si sean mis nervios como lo llevo diciendo…

Puede que me falto a mi mismo,
puede que sea alguien para y entre mis amigos que me dicen poeta y los veo raro y hasta tontos, tal vez hace falta mirar el espejo y ver mi reflejo nítido de barro y café, puede que necesite la mujer que quiero con razones y desmedidos y desprovistos, sin que diga yo una sola palabra ni verso, puede que no quiera nada y sea solo un vació pasajero, algo así como una enfermedad contagiosa que nos infecta a algunos y que con el tiempo se cura,
o puede que no sea nada.

 

Que bueno estaria esto en prosa, un placer leerte, un abrazo te mando