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Tener a la desgracia por rutina

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Francisco Redondo Benito, 3 de Abril de 2007. Respuestas: 2 | Visitas: 574

  1. Francisco Redondo Benito

    Francisco Redondo Benito Moderador/enseñante del subforo de MÉTRICA y RIMA

    Se incorporó:
    30 de Enero de 2007
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    Soneto moral - 1

    Un claxon en alarma repentina,
    de una frenada extrema la estridencia,
    de un golpe seco, duro, la violencia
    y, una vez más, la muerte por rutina.

    Sólo una cifra luego en la oficina.
    (Estadística fría: indiferencia
    del goteo de vidas sin clemencia
    en un cruce, una acera o una esquina).

    De tráfico, ritual, el atestado
    da paso a la ambulancia y a la grúa,
    urgencias de hospital y funeraria.

    No limpia de cristales la amplia rúa,
    se restablece el tránsito atascado.
    No pasó nada: la hecatombe diaria.

    Juzgar esta matanza inexorable,
    rendirse a la desgracia por rutina
    ¿no suena a negligencia miserable?
     
    #1
  2. jmchicco

    jmchicco Poeta que considera el portal su segunda casa

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    15 de Mayo de 2006
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    Certera pincelada, de una triste estadìstica de rutinaria tragedia.

    Impecable puesta, Francisco.

    Sinceramente, jmchicco
     
    #2
  3. Francisco Redondo Benito

    Francisco Redondo Benito Moderador/enseñante del subforo de MÉTRICA y RIMA

    Se incorporó:
    30 de Enero de 2007
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    Así es, amigo. Lo curioso de todo esto es esa tendencia a banalizar la cuestión. En este país 5.000 muertos al año, de forma horrorosa, más la proporción correspondiente de heridos, parapléjicos, mutilados, etc. se reciben como muertes casi "naturales". Pensemos en una plaga cualquiera, en un terremoto, en una inundación que causara los mismos efectos: nos dejaría horrorizados. Pero el tráfico, la libre circulación de millones de personas a su libre albedrío, con su peculiar estado de ánimo, con su peculiar proporción de sicópatas al volante acelerando y adelantando a su antojo, y llevándose al otro mundo consigo a sus semejantes, se lo minora y se le quita importancia porque hay que seguir vendiendo coches; porque el medio se ha convertido en algo más importante que el fin.

    Y no se pone remedio. Seguiremos contemplando como ese apestoso artefacto, en un delirio irracional sin precedentes, gasta y gasta la preciosísima energía necesaria para mover sus 1.500 kilos de chatarra mas 75 kilos de gilipollas directamente hacia el infierno, al tiempo que envenena el medio ambiente.

    Un saludo,
     
    #3

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