Tengo que decirte adiós.

Sin verte tengo que marcharme

dar la vuelta y buscar otras primaveras

ya no debo buscar que me quieras

y vivir en solitario todas mis quimeras


Me falta temple y me falta voluntad

ya no tengo de aliada la noche

que se ha vuelto fría y obscura

me abandonaron las zarzamoras

y todos los sueños de alma gitana

que un día pensé que podía inventar.


Ya no hay sueños de medio día

que furtivos sin pensar nacieron

y me dieron toda esta fantasía

ya no hay caminos ni plegarias

ni brotes de contagiosa alegría

solo la soledad de mi propio mundo

y ahí he de quedarme para siempre

perdido en mi propio desacierto

y es que el destino inexorable

agotó mí tiempo y cerraron los cielos.


Decirte adiós yo sé que no puedo

por eso surcare secretamente la vida

caminare por el mundo y más allá

dibujare lienzos de aquellos días felices

y viviré con ellos al filo de la muerte

para sentirte cerca aunque no vea el sol.


Quizás algún día, sin pensar te olvide

ahora siento y pienso que no

pero he marcharme con el ultimo sueño

que de repente quedo grabado en mí

el sueño de tus ojos a veces brillantes

otros tan tristes como mi propia alma

perdida en los laberintos

delo que fue, es y será tu amor.

 

Un canto melancólico de un amor que marcha inexorable dejando huellas de tristeza. Saludos cordiales.


Sugiero releer y colocar acentos ausentes.

 

Versos preciosos de un poema excepcionalmente emocionante.