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tercera llamada... tercera llamada

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por Pantematico, 16 de Agosto de 2022. Respuestas: 3 | Visitas: 453

  1. Pantematico

    Pantematico Amargo el ron y mi antipática simpatía.

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    El telón se levanta. Pesado paño negro se pierde hacia arriba y en la oscuridad recuerda sus pliegues verticales que ondean de vez en cuando. Le habían dicho que una vez el telón arriba, no hay vuelta atrás, que mire de soslayo al público y lo pierda para siempre. Ya no están ahí, nadie nunca esta. El debe iniciar inmediatamente su movimiento, alejarse del centro a la izquierda, respirar profundamente y en su rostro reflejar la impresión de un silencio ahogado en un recuerdo. Le habían dicho que hablara fuerte sin pronunciar palabra, que la voz de un susurro sea clara y perceptible como el tiempo de acabar. Le dijeron muchas veces que recordara -no el parlamento que es irrelevante-, solamente mostrara una cara y un silencio. Eso es todo lo que se le pedía.

    Así estaba, pues ahí no había nada, ni butacas ni reflectores, el paño negro dejo al descubierto una calle silenciosa a media noche. El escenario se perdía en la calle o la calle en el escenario. El telón se convirtió en viento y después en noche. Estaba solo y así estaba. Le habían dicho tantas cosas, lo que vería, pero que no olvidara su rostro, ese rostro que debía reflejar la impresión del silencio ahogado en un recuerdo, el matiz del ahogo, la sutileza del encanto desperdigado en nada. Pero no pudo, se sustrajo al embriagador silencio de la noche acurrucada, se perdió en la bruma de un todo suplicante. La poca luz que venía de ningún lugar se concentraba sobre él, pero apenas era suficiente para que pudiera ver sus propios pies. Sintió una puñalada en el costado. La noche y la calle se borran, su rostro mudo y perplejo nunca pudo reflejar la impresión del silencio. La luz se apago y volando de la nada, el paño negro cayó lentamente ocultando la claridad ahora perdida. Ya sin punto de referencia, no sabia que podría pasar ahora, la función fue un fracaso.

    El telón se levanta. Pesado paño negro se pierde hacia arriba y en la oscuridad recuerda sus pliegues verticales que ondean de vez en cuando. Le dijeron nuevamente, de la impresión del silencio, le dijeron muchas veces del rostro agobiante, le hablaron mientras él envejecía, preparando la actuación, el irrelevante parlamento inexistente y la importancia del rostro del silencio.

    Así estaba, pero otra vez ahí no había nada, ni butacas ni reflectores, el paño negro dejo al descubierto un hospital iluminado silencioso a media noche. El escenario se perdía en el hospital o el hospital en el escenario. El telón se convirtió en viento y después en cielo blanco. Estaba solo y así estaba. Recostado en una cama, siente las punzadas del dolor lacerante, siente la fuerza de la muerte agobiada y la puñalada en su costado sangra. Pero no puede, se sustrajo al embriagador silencio del hospital, se pierde en la bruma de un todo suplicante. La noche y el hospital se borran y su rostro, mudo, perplejo, nunca pudo reflejar la impresión del silencio. La luz se apaga y volando de la nada, el paño negro cayó nuevamente. Otra vez perdido ya sin punto de referencia, no sabe que puede pasar ahora, otra vez la función es un fracaso.

    El telón se levanta. Pesado paño negro se pierde hacia arriba y en la oscuridad recuerda sus pliegues verticales que ondean de vez en cuando. Le dijeron que ya no puede retardar más la actuación, que el tiempo no es eterno y la inexistencia agobia, que necesita recordar, para la posteridad, la impresión del silencio ahogada en un recuerdo. Una vez mas, solo una vez mas y ya no hay mas tiempo.

    Así estaba, pero otra vez ahí no había nada, ni butacas ni reflectores, el paño negro dejo al descubierto un féretro oscuro y silencioso. El escenario se perdía en el interior del féretro o este en el escenario. El telón se convirtió en viento y después en oscuridad. Estaba solo y así estaba. No siente dolor ni agobio. No siente miedo ni soledad, cálida paz inunda el recuerdo que deja una impresión sutil en su rostro mientras muere.

    Un aplauso silencioso en crecendo. El público ovaciona de pie. La función fue un éxito
     
    #1
    A Alizée, La Sexorcisto y dragon_ecu les gusta esto.
  2. La Sexorcisto

    La Sexorcisto Lluna V. L.

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    El III acto, mucho ánimo y besos.
     
    #2
  3. Sasha.

    Sasha. Poeta que considera el portal su segunda casa

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    también se sueña despierto, se toma la primera forma.
    Unas veces ominosa, otras constantes
    con su degradación de cordura y luceros

    y desaparece.


    Un gusto leerte.

    saludos poeta.
     
    #3
  4. Luciana Rubio

    Luciana Rubio Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Muy bueno, en algunas partes prosa poética. Un gusto leerlo.
    Luciana.
     
    #4

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