Tercetos encadenados

Espacio con buen clima
es el que encuentro aquí con los poetas
con versos que me libran de la grima.​

 

La I.A. quiere lograr
como alumno que no ha estudiado bien
responder, pero inventa al contestar.​

 

No pudo alcanzar, lástima, mi tren;
allí se quedó, víctima, su ser
esperando a la vida en el andén.

 

Sigo a CyranoenVictoria.

Yo no quisiera ser
causa de tu tristeza y tu dolor
mas contigo no puedo ya volver.​

 

Son como claraboyas
tus poemas que leo con delicia
con su luz mi tristeza siempre arrollas.​

 

Hermosas flores gualdas
me has traído, regalo primoroso,
quisiera hacer con ellas tres guirnaldas.​

 

Tejes entre tus manos
sensación deliciosa que estremece
enredándola en versos soberanos.​

 

Un sentimiento vago
me produce tu voz cuando la escucho
su dulzura me causa el empalago.​

 

Pensar que tú eres tonto,
idea que te daña el autoestima.
No lo pienso, esa culpa no la afronto.​

 

Te he encontrado en mi tiempo
y he querido enredarte en esta danza,
bailar tango contigo a contratiempo.

​

 

Adoro mi destino
pues me condujo a ti y yo te persigo
sin dudas, ya que alumbras mi camino.​

 

Yo te busco en mi mundo
que solo tiene estrellas y murmullos
y tus versos con su poder fecundo.​

 

Come unos altramuces
la señora al pasar junto a una iglesia;
se persigna veloz y hace las cruces.​

 

Revuelvo la aceituna
del martini y te pienso ciertas cosas
en un parque al abrigo de la luna.​

 

Los versos se demoran
hoy tardan en tejerse, se andan flojos,
dicen que ya no lucen ni enamoran.​