Tercetos encadenados

Honorable cofrade​

es mi abuelo y lo fue mi bisabuelo:​

me ha dado un relicario que es de jade.​

​

 

Eres sueño y desvelo,
eres, de otro jardín, la bella rosa,
eres, en otra boca, el caramelo.

 

Esta flor tan hermosa
quiero ofrecete cual reflejo pálido
de tu belleza plena y luminosa.​

 

Creo que ha rimado con uno tres o cuatro atrás en el hilo, apreciado Marcos. Sigo con el de Pi.

Quiero ser haragán
con este frío crudo e invernal.
Del tema, los plantígrados sabrán.​

 

Yo me encuentro fatal,
a cero grados hoy amanecimos
y quedarme en mi casa es lo ideal.​

 

Las luces de la noche hacen racimos
y brotan las figuras de leyenda
de un pasado que nos redescubrimos.​

 

El ministro de Hacienda
nos lleva hacia un pasado de terror.
Su “diezmo” es mucho más que mi vivienda.​

 

Recuerdo al profesor
que nos leía versos de Machado,
mientras yo lo escuchaba con fervor.​

 

Recuerdo un profesor que ha machacado
el seso de incontables estudiantes.
¿Estará retirado?​

 

Impecable oratoria,
la de este candidato a Presidente
que siempre es aplaudido con euforia.​

 

A la verdad desnuda se la vence
con desinformación.
La nueva oligarquía no convence.
​

 

Hoy me falta pasión
hasta el día me mira con desgana,
creo que está muriendo la ilusión.​

 

Cuando voy de tu mano
me siento presumida y orgullosa
y cualquier contratiempo me es liviano.​

 

Tengo en mente una cosa.
No me atrevo a contarte lo que es.
Da vergüenza de tan libidinosa.​

 

Sobre la mesa yace
tu rostro en una foto amarronada.
Lo olvido y en mi mente se deshace.​

 

Si da nobles consejos nuestro padre,
más que padre es un sabio y buen mentor.
Bien se complementaban con mi madre.​

 

Pon atención y escucha, por favor,
tengo oscuros secretos que contarte
cosas que han de causarte gran dolor.
​

 

Me quedo estupefacto al escucharte.
Nunca pensé que robarías fotos
íntimas mías por amor al arte.​

 

El segundo es un endecasílabo dactílico corto (2-4-7-10), amigo Pi. No encajaría rítmicamente con los otros.

Parece musaraña
pero se esconde en él una mangosta.
Es mezcla de fiereza con patraña.​