Terminal

Al principio, las horas volaban.
luego, cada día,
era como mover a un moribundo de su cama.
Lento y doloroso.

Inevitablemente, y por el bien de ambos,
terminamos con aquello.
Ese amor tan castigado y viejo...

Hoy dices querer volver.
No sé,
yo no veo el camino...
Recuerda esa lluvia de lágrimas como caía.
Como tomamos direcciones contrarias,
tal vez equivocados,
pero nos fuimos alejando.

Hubo que terminar con aquello.
No había otra.
Recuerda el dolor de aquellas espinas,
y cuanto costó sacárlas luego.
Si hasta forma de garras tenían.

No.
No quiero aquello de nuevo.
¿Acaso olvidas?

Recuerda como regresó la deseada calma,
volvió la necesaria cordura.

Creo que es tiempo que sepultes ya esos recuerdos
de aquel amor tan enfermo y tan viejo.
Y definitivamente,
sin rencor
y sin mí,
sigas caminando.




(Más tarde he pensado, corazón, tal vez es para mí, que te escribo.)

 

Muy bueno. Muchas felicidades.