Tertulia en el Café Tortoni

El cielo se acostumbra
a la franqueza
de unas cuantas dudas
oxigenando el dia
con el celofán de tu gracia.

Será posible esbozar una sonrisa
en una tarde presaga
aunque el precio
no incluya consumo de bar
en el mítico Café Tortoni?

Me pides que te toque
una sonata sin exageraciones
aun sabiendo que las partituras
rodaron por el suelo.
Sabias acaso tú
que nunca me fue devuelto
el corazón robado?

Apuesto
a que te irás
a la ciudad ignota
para no publicar tus penas
en el libro de las hojas quebradas.

Quedarán guardados
en algún cofre mortuorio
el credo del poeta,
la poesía del misterio,
los viejos pergaminos,
el canto del viejo Napo,
prófugos de algún delito
que no cometieron?

Y como todo tiene drama
me retiro del aire
precisamente y sin reparos
después de todo lo absorvido,
al lugar donde mueren los grillos
a prestidigitar mis pugnas cotidianas.

 

Edgar ha sido un honor leer la excelencia de tus letras. Un escrito bien elavorado el cual me ha gustado mucho.

Abrazos tricolor,