TIC TAC (tiempo muerto)

TIC TAC

Despierto más que cansado por una noche que no me acuerdo,
despierto, entre una ceguera y un revuelto de ideas que me enredan la cabeza,
la sien apoyada en mi antebrazo latiendo muy fuerte, los pies cruzados…
descubro mi alrededor, me doy cuenta que estoy en casa…pero durmiendo en la mesa.

El perro que simula cogerse a mi pierna, la luz apagada y un sol que me inunda,
los rayos penetran y de a poco se empiezan a unir a mi lánguida cara,
los ojos se cierran, no tengo recuerdos en mente, pero… esto es resaca pura,
ya no tengo dudas de lo que es esto, por eso empiezo a gritarme -que no decaiga-.

Me levanto lento, muy lento, no sea cosa que me vaya a caer al piso,
erecto, preparado para el letargo que lleva prepararme un café y tomarlo,
voy entonando canciones sin decirlas, simplemente las pienso,
temblando de palidez, gotas frías en mi frente, y una mosca simula un tornado.

En silencio cabizbajo, pido perdón por mi existencia, y me rezo a mi mismo,
en silencio sin hablarme sé lo que de a poco se acerca por agua salada en boca,
sé que mi cuerpo esta por hacerme recordar por lo menos lo que estuve ingiriendo,
preparado para esto voy casi corriendo hacia el baño y mi cabeza queda más loca.

Vuelvo a la cocina el agua se hirvió, puteo a los dioses aunque no crea en ellos,
de nuevo un silencio me aturde por dentro y un prematuro futuro sucumbe,
mi mente suspira un segundero que me hace tiritar todo el pecho y sus vellos,
mi mente empieza a transpirar por dentro y mis ojos se estrellan en un momento cumbre.

El momento en que empiezo a deprimirme de nuevo, a morir por lo hecho,
a pensar que estoy malo, a pensar que la enfermedad ha sido el amor a estar muerto,
a sentir los reflejos y desgastes del tiempo, a ver como de a poco se tiende su lecho,
y como siempre a su lado tendemos muy amigablemente el nuestro.

Me trunca tres sueños de haber querido cambiar, me mata mas lento que éste humo,
el sonido del momento que se pasa y yo ni siquiera me puedo acercar a escucharlo,
ya que cuando lo escucho eso siempre estuvo en el pasado y a él muy poco recurro,
ya que sólo hace ver mis miserias y todo lo que fui desperdiciando…

Y otra vez muerto en el tiempo, morimos los dos por cada grito del segundero,
valiendo cada vez menos, sufriendo sólo un raro retrato de lo que fui hace diez minutos,
pensando en mi enemigo más fuerte en el tiempo es él mismo, inventado en el mundo,
todo para ver como se pasa la vida, ver como nos vamos poniendo viejos.

Me sumerjo en la más recurrente felicidad que dura muy poco,
sólo dura lo que tarde en asimilarla mi cuerpo y luego no hay nada,
solo aparezco en alguna otra parte de mi casa un poco más loco,
pensando en el tiempo y como atarlo, quemarlo y ahogarlo en el agua.

O ver por lo menos que no sea tan rápido, ver como muere al instante de hacer su ruido,
ver como va metiéndose en mi carne y me hace sufrir en el cuerpo,
yo sin más remedio, como sé que voy a morir en el tiempo, muy poco me cuido,
aprendí de muy ladino que el tiempo jamás fue amigo nuestro…

Y ante dudas o verdades de que luego del anochecer viene el amanecer,
sé también que luego de eso viene un anochecer mas pesado,
en el que te inundan todos los verbos que vengan con el crecer,
pero nunca vi amanecer, porque jamás para eso se esta preparado…

No existen las armas que destruyan lo que causan los sentidos,
no existen verdades más absolutas de saber que estoy muriendo,
sólo se que ante el tiempo siempre estuve ofendido,
porque sé que en cada ti tac el mismo se esta riendo…

 

Uy, qué buen poema! Excelentes imágenes misteriosas, me gusta lo del (perro que simula cogerse a mi pierna), muy original tu poema, me gustó.

Un besote.

 

muchas gracias por tu comentario, conyento de que te haya gustado, un beso