Tiempo de volar

Sonrisas que despliegan sus alas
despojando su dolor y su alegría
van livianas al éter que las espera
con su infinita y diáfana inmensidad.

Al encuentro vuelan aliviadas,
de la tierra que sacuden mientras suben,
al encuentro feliz de su reflejo
que hace tiempo el destino separó.

Desde allí la mirada se hace eterna
hacia lirios, violetas y amapolas
y los aromas inundan los rincones
esencias de azahar, jazmines y rosas.

Los abrazos y besos perduran en la memoria
de los ojos que aquí quedan viendo
cómo nuestra piel sigue sintiendo
el llanto y la risa que agita a nuestras almas:
almas prisioneras de nuestras vidas.

Mar
20-01-2013

 

Muy lino poema este que ragas, parece extrído de la profundidad de tu mar.
Un placer leerte, gracias por demostrarme tu talento.
Besos y abrazos para tí.

 

Gracias a ti por tan cálido comentario.

 

Dejo la huella de mi paso por tus bellas letras.

 

Gracias Jorge por tu dedicación