Tiro al blanco.

Prestando atención.
Sometiéndonos, voluntariamente.
Fregando las escaleras de mármol.
Copiando las llaves de la puerta de entrada, con una gran máquina.


Haciéndonos fotos, en el fotomatón.


Llamando por teléfono, desde una cabina telefónica.
Acudiendo al local de Tele-Pizza, para cenar.
Y de muchas otras maneras...
El equilibrio prospera.


Hay muchos ídolos, para el tiro al blanco. ¡ Derríbalos ! Somos la esposa, y nada más.