Todavía las lágrimas-.

Madre, quién habla?

Sonoridades del ciego,

palacios obtenidos por saqueo,

bombas comprimidas en las manos,

que siegan vidas y las trocean,

voluntariamente.

Padre, sí, quién habla?

Me dan miedo los que hablan,

verdugos del silencio,

que es siempre húmedo.

(Pero no pasa nada, nada,

amigos, no ocurre nada.

Transitorios caminos nos separan,

por latitudes desconocidas, nuestros

senderos se distancian, y aplazan su regreso

hasta la temprana madrugada y el crepúsculo.)



©

 

Con tanta agua en el cuerpo podemos darnos ese lujo. Un abrazo, BEN.

 

Sí, y tanto, un saludo y gracias!