Todavía las rosas, gladiolos y claveles

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Todavía los carros de seis anaqueles.
Todavía los cargan camiones de Europa.
Todavía las rosas, gladiolos y claveles
en filas, como tristes soldados de tropa.


Se irán las flores a corazones helados
y en nuestros campos quedarán los payasos
con sus puros y sonrisas estúpidas;
y más espaldas bajo plásticos,
quemando los sueños en sus pieles negras
venidas de la expoliada tierra sureña.




¿Cuánta flor necesitas,
norteño,
para no sentirte hielo?




No es rocío ni lluvia

ni agua de hontanar​

lo de la flor que se va;



​

sino lágrima y llanto
por el imposible deshielo
del corazón norteño.



Las flores gélidas de vuestro pecho
son cubitos de hielo que laten
en un vaso de metal.



Al final,
las tumbas de páramo que sois,

estarán adornadas

​

con flores de carámbano

​

​

que jamás



germinarán.



Porque necesitan de la vida

alegrías, amigos y amor;


​

porque son tierra y luz y agua,

sol y dar y dad.





​

De las flores que robáis,
de las esperanzas congeladas sureñas,
brota vuestra marchita vida de témpano
y la tristeza que avanza y arrasa
la totalidad de la Tierra.









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Amigo hay tierras fértiles y generosas y otras no tanto; son como los corazones de nosotros los hombres unos con mucho amor y otros con poco menos que nada. Cuando se tiene, la virtud está en compartir. Con mucho respeto te saludo y felicito por hermosos versos. Tu amigo A.G. Te desea feliz fin de semana

 

Muy bello el poema Évano; sus cubitos de hielo laten en un vaso de metal, pero les da igual.
Ya es tarde; demostrado quedó que al poder le interesa la pobreza.

 

Buen poema señor Évano, los desmanes sociopolíticos de Europa están bien condensados en su lírica. Un apunte tenemos el peor gobierno de Europa según la OCDE, estoy de acuerdo con que se está cociendo algo feo en el norte, aunque puede que haya interpretado a mi particular modo su poema. Un fuerte abrazo.

 

Évano entre los sureños y norteños siempre hubo un gran dilema, creo que el mayor problema fue el que trajo la sangre derramada por la guerra llamada de mal modo revolucionaria.
No hay flores ni amor de todo el mundo que alcancen para cubrir los destrozos de la guerra
Excelente poema con un poco de historia
Es un placer leerte
Un abrazo grande

 

creo que hasta por naturaleza, as flores aguardan con esperanza de un cuidador, abrazos

 

Versos que ponen en evidencia la miserable expoliación y explotación de unos países por otros, de unos seres por otros. Hermoso y profundo, Sr. Évano. Mis aplausos. Un abrazo.

 

Suena a tristeza o a llamado a ver mas alla de la flor, tras la belleza que a veces no se aprecia hay un arduo andar de pena, injusticia y dolor ...
Un abrazo de sol y dar y dad y claveles !!

 

Vanidad, todo es vanidad. La semilla germinará por siempre que el consumidor consuma y pague su consumición.

¡Vanidad soberbia y avaricia! Desde la gratuidad de sembrar y segar.

Bajo la ley absurda de la oferta y la demanda se comercializa toda flor que por inercia morirá en un hueco jarrón...
¿Donde la belleza, donde la razón?

Muy profundo versar EVANO, todo un río profundo y veraz.
Mi abrazo.
Vidal

 

Muchas gracias a todos por los comentarios tan amables. Un fuerte abrazo.

 

Interesantes encuentro tus versos
grato ha sido detenerme en ellos,
envio un saludo.