Todo lo demás

Torrentes emblanquecidas,
elípticas nocturnas,
subterfugios abroquelados,
corazones desangrados,
estómagos vacíos,
vicios descompuestos,
sucia respiración,
doliente argucia,
puntos y comas,
estaciones solitarias,
enamorados e imanados,
trajín de rutas,
aceras cansadas,
mantas congeladas,
profetas embusteros,
dagas democráticas,
pararrayos atormentados,
finales alegóricos,
principios perdidos,
túneles mortecinos,
fragancia de adioses,
camas de hospitales,
hoteles vencidos,
victorias inclinadas,
portales ilusorios,
vagones de condenados,
puras mentiras,
impuras verdades,
y entre tanto
una sola esperanza:
que todavía estás;
y al recordarlo,
al saberte esperándome,
sabiéndote cansada de esperar
para dar fin a la luz,
entonces ya dan ganas
de olvidar todo lo demás.

 

Duelen hermano y perdona que lo diga; duelen muchos esos versos finales; yo creí ilusoriamente que había visto una pequeña luz en el regreso.

Mi afectuoso abrazo, estimado Mauricio.

Daniel

 

Amigo, perdoná, pero creo que no entendiste del todo la intención:entre tantos males cotidianos (a que negarlo) hay alguien al final del día que me recoge de ese trajín y me hace virtuosamente feliz. Esa, y ningún otra, es la Luz de todos mis regresos.
Saludos

 

Eli, querida Eli, creo en estas letras hoy más que en nada, pues están llenas de un optimismo que no decanta en tristeza, te lo aseguro.
Besos