Todo necesita algo

Qué tristes se ven las nubes
sin su sol y sin su mar.
Las calles bailan solas
sin peatón que las invite a danzar.

El vaso está rebalsado
del vacío del sabor
si no tiene en sus adentros
el brebaje de una ilusión.

La candela está oscura
sin la llama que todo ilumina,
aún estando encendida
con el soplo del lamento se puede apagar.

Qué tristes se ven tus ojos
sin mi reflejo en tus pupilas,
sin mis manos que interpretan
la sinfonía de tu cintura.

Si hasta una aguja pide
tejerse con el hilo por compañía,
si hasta una hoja pide caer con suavidad,
¡Cómo no habrá de querer mi alma
tenerte siempre a la par!

Pues si el gorrión sin viento vuela
en caminante se volverá,
si las olas no revientan
en el mar se retorcerán.

Todo necesita algo
para todo hay una función,
todo necesita algo
y yo te necesito a ti.



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Todo necesita algo, si, interesante poema. Un saludo.