Todo poder viene de lo Alto (Evangelio, Juan, 19,11)

Era Dios Todopoderoso del Cielo y Tierra creador,
frente a Pilato, romano gobernador,

indefenso, herido y sangrante,
frente al mandatario arrogante.​

“Tengo el poder de condenarte o liberarte”,
le dijo Pilato en tono amenazante.

“Todo poder de lo Alto viene,
prudencia, sabiduría y justicia contiene,​

así debe ser del poder el ejercicio”,
Fue del divino Nazareno el juicio.

Esto fue lo que el Maestro quiso enseñar:
el poder y la moral son difíciles de conciliar.​

Platón infructuosamente lo intentó
y a la aspiración a gobernar renunció.

Maquiavelo a distancia de dos mil años
alerta a no caer en engaños,​

Entre moral y poder imposible la convivencia
todo será siempre pura apariencia.

La visión platónica es una ilusión,
es de Kant la conclusión:​

“Moral y Poder es una quimera
si alguien matrimoniar quisiera,

utópico filosofar y gobernar
y Poder y Moral ejercer a la par”.​

Pero la esperanza no hay que perder,
preciosa virtud que hay que mantener,

único bien en la caja de Pandora,
del futuro radiante aurora.​