Todos están en el ajo

Claro que sí, que todos en el ajo;
Gates, el Papa con las farmacéuticas,
las hordas enigmáticas latréuticas,
el grajo que a menudo vuela bajo,

casi todos los líderes mundiales,
los chinos con los rusos y europeos;
sí, los americanos y pigmeos,
y casi todos los intelectuales.

Todos en una gran conspiración
para matar vendiendo las vacunas,
qué negocio genial y formidable.

Pero cuidado al ojo del halcón,
porque no dejará pasar ningunas;
sabios son de prestigio irrefutable.

 

Sí, el análisis o la mentalidad crítica son necesarios, pero ciertamente un exceso de imaginación a veces nos lleva a los reinos de la irracionalidad.
Y lo malo no son los que dudan y expresan su duda (equivocada o no) de manera reflexiva, sino los ignorantes que solo dan "likes" y se unen al carro de la conspiración solo porque cuadra más o menos con sus obsesiones y radicalidades ideológicas; esos mejor me callo.
Buenas letras. Un abrazo.

 

Quién sabe? Muy bueno tu poema creando esa duda sin respuesta que nos vamos a preguntar por el resto de la vida.
Te aplaudo!
Abrazo fraternal.

 

Así es, estimado Luis. Qué desgracia más grande, el mundo esperando un remedio en forma de vacuna, y cuando llega pinchamos en hueso. Había que dejarlos a su suerte, pero la buena condición humana se impone, por suerte. Allá cada uno, pero joden mucho...
Un abrazo

 

Gracias Angel, pero mi poema es pura ironía.
Un abrazo amigo.

 

No te preocupes, por una vez casi todos los gobiernos del mundo y la gran mayoría de la población están de acuerdo en algo (y es en la importancia de la vacunación), y es que sin ella está demostradísimo que los sistemas sanitarios de todos los países colapsarían (además de los cientos de miles de muertes más que sucederían). Un abrazo.

 

Así es, estimado amigo. Un abrazo.