Todos los números son inenarrables

139 muertos, 69 niños,
1050 heridos en los bombardeos
contra Gaza.
De la noche a la mañana
40 de hambre en el norte,
5 en el olvido de la tarde.
La lluvia letal y el silencio,
el luto vespertino
Una pandemia letal
comprime las libertades.

20 más de amanecer
entre escombros.
30 estrellas fugaces
desvanecen la ilusión,
recién alumbrados
por la lluvia de fuego.
¿Qué fue bajo el brillo efímero el
pequeño ser apenas vislumbrado?

Las muertes en libros contables
engrosan patrimonios,
¡qué forma de crear invisibles!
Pierdo la cuenta de mis muertos
diarios, caen en las casillas
las cifras, por la ranura de un proyecto:
150 al amanecer y 50 niños,
¿qué tan miserables pueden ser los números?

69 niños duermen
los testigos arrancan sus ojos
se perforan los tímpanos
que zumban y repiten la infamia.
En el cielo reina el odio.
El odio canta su canción de cuna.

¿Alguien conoce el límite de las cuentas,
del insomnio, de las cifras heladas
de mi patrimonio?
23 restos, 57 desaparecidos,
agonizan 40 en el Gran Chaco,
pero en el Gran Chaco
agonizan también los pueblos.
¿Qué número insignificante es 40?

Todos los números ante lo incontable;
todos los números son inenarrables.

©JoséLuisGalarza

 

Y mientras, la cifra de natalidad cada vez interesa menos.
Un abrazo, José Luis.

 

Hermosa apertura temática directamente relacionada y primordial. Un abrazo Sergio.

 

Puedo asegurar que los números no tienen la culpa. Posiblemente sea esa ceguera humana que no llega a comprender su significado. Infinitos, ochos de lado y olvidos, comas y decimales.
Muy buen tema para quien quiera abrir los ojos... o ponerse gafas.
Un saludote, José.

 

Muy agradecido estimado Alonso, vaya un abrazo hacia tus tierras.

 

Los números no conocen de culpas, la insensibilidad del ser humano cada vez supera las cifras y llegarán al infinito. Buen tema y un gusto pasar por tu escrito. Saludos.

 

Y lo que es lamentablemente llamativo es que la importancia y el valor que damos a esos números varía drásticamente dependiendo del lugar del planeta donde se cuenten.
Buen e interesante poema, Jose Luis, quizás más sociopolítico que realista. Un abrazo.

 

Sin palabras te deja este poema, la fría estadística de la injusta muerte, en especial la de los más inocentes, es decir los niños. Un abrazo y mi felicitación.

 

Agradezco tu lectura, es terrible la insensibilidad, hace tiempo que gobiernan las máquinas. Saludos.

 

Es cierto, es muy político. Gracias por añadir matices para la reflexión, son cuestiones geopolíticas. Saludos.

 

Agradezco tu lectura y comentario, es exactamente eso "fría estadística", comencé simplemente leyendo las noticias del día y me impactó cómo se deslizaban fríamente estos números. Saludos.