Todos pasamos esto en nuestro salón

Dame tus manos querida
Que ya sé que quieres hoy,
Quieres llovizna violeta,
La codorniz perdida
Un mar de restos de sueños
Un sincero siempre te adoré,
De tinte ultramar.
Vamos dulzura, no te pierdas hoy
Que te debo un jazz
Y una guirnalda olivetta,
Que no me quiero suicidar
Al menos no esta noche,
Y debo decirte, a sobre todo,
Que a tus mejillas
De gusto oriental
Les son fieles mis besos
Mis deseos
Mis te quieros que no oyes,
Los me haces feliz que esperas...
Ya sé qué quieres hoy
Un te quiero inmentible
Que no te sea otro tonto

 

Bello poema de amor que no me deja indiferente, me gustó amigo Vekolkof. Un abrazo. Paco.