Topacio

Simplemente se quedo quieta
miro al mundo con sus ojos serenos y desconcertados esperando encontrar reposo en unos labios húmedos,
Deseando diluir su corazón en un amor sin vacío, ni final,

No hay tormentos cuando la bombilla falta en el cuerpo y desnud@ el alma antes del último suspiro,

Espíritus en condena vagando sin pecados plasmáticas figuras de corazones desahuciados con su latir en silencio ha universo,

Su cuerpos oscuros, habitando
un minuto de la luz encolerizada
susurrando en tu piel explotando de placer,

Inhalando aroma de almas en el crepúsculo de su exilio escurriendo lagrimas plasmáticas a la muerte de los condenados,

Y cree que esta noche muere de nuevo esperando encontrar reposo en tus labios húmedos bajo el manto de la luna, y el rojo púrpura de las nubes topacio,

hoy queda más que inexistente libre y no lo sabe ni su versó, ni un aliento Tampoco la desnuda piel de la memoria. Que cubrió con su llanto la muerte de sus condenados.,

 

¿Qué decir? Mira:

"Simplemente se quedó quieta.
Miró al mundo
con sus ojos serenos y desconcertados,
esperando encontrar reposo
en unos labios húmedos.
Deseó diluir su corazón
en un amor sin vacío ni final."

Me ha gustado tu poema. He decidido escribirte la primera estrofa con una puntuación adecuada para la lectura.

Gracias por compartir. Un saludo.

 

Un buen poema, yo seguiría los consejos de Adrián González, y verás que tu poema sonara y se verá mejor, un placer leerte.
Un abrazo fraterno poeta.

 

Gracias