Tornadizo Oniro

Largas horas en blanco y un silencio que se arrastra.
Gatos negros y demonios cárdenos enredados en mis tobillos.
Párpados entrecerrados y pensamientos que no se aplacan.
Pesadillas en duermevela acechando desde los intersticios.

El oscuro pozo de mi mente se abre como una boca hambrienta
que ni el agotamiento y el sueño que no llega pueden llenar.
Permanezco horas demudada, desfallecida y muy, muy quieta,
esperando un abrazo de Morfeo que éste se niega a brindar.

Mi altivo monarca del sueño, cuánto te anhelo y ansío tu llegada
a pesar de que, noche tras noche, me niegues tu dulce beso.
Seguiré aguardando y tejiendo con mis desvelos cada alborada
hasta que seas tú quien, entre mis brazos, algún día se quede preso.

 

el sueño y amor requieren paciencia

 

En efecto, Gustavo. Gracias por leer.

 

Son imágenes perturbadoras, pero dejas en claro cómo librarte de ellas. Un saludo, Sira.

 

No tanto librarse de ellas como convivir pacíficamente, quizás. Un saludo, Vampiro.

 

Muchas gracias, Rosmery. Un abrazo.