Toro de pozo.

Ella volvió con su pelaje negro
pero ahora con nieve en las patas
se fue un día último de marzo
cuando el pasto fumaba un cigarro
mentolado y el aire hacía avena
sobre la escarcha.

Y se quedó algo vacía la casa
por que aunque estaba el blanco
corriendo por el jardín de flores
disecadas, hacía falta el azulado
brillo de su presencia, quizás observó
el nacimiento de uno de su raza
pequeño y húmedo en el rincón
de alguna guarida no muy lejana
y ahí quiso meter su alma, diciendo:
''Amiga mía, voy de regreso a la
magia''.

Cuando el microbio andaba volando
queriendo perforar más intestinos
llegó de nuevo y con bríos todavía más
platinos, fue al siguiente día de beltane
cuando pude ver lo que nos ofrecía el
hombre de ácido y corcholatas.

Ahora no es más un peleador callejero
ni un labrador que hace globos con los
dedos, ahora quedó atrás esa hembra
pero vino en macho con ojos rasgados
que se para y truena el suelo.

Un toro de pozo que está
creciendo en un patio delantero
y hace miles de hoyos para despistarme
pero yo reconozco esa mirada y es la misma
que me diste ese primer día de enero.

El toro de ese pozo, está ahora durmiendo
pensando en aquel día y en como no
equivocó su regreso, por que fue tan
inesperado como siniestro, por que fue
tan riesgoso como perfecto.

Y el toro de pozo será poderoso
no por lo brutal de su naturaleza
si no por que en él viven y habitan
un poco de esos Dioses que nunca se
olvidan de uno, que siempre calman
las heridas adversas.

Ella volvió y no desfigurada, ni la
llamé bajo el hechizo maquiavélico
simplemente me vio llorando mucho tiempo
''Ama, no te pongas triste, ya regreso''.

Seguro que miró como era aquella
seguro copió poco a poco cada rasgo
con esfuerzo, y se dijo: ''Si te gusta
el color negro, te demuestro que sigo
siendo la del pelaje más denso y profundo''.
Y dejamos atrás los cantos de los huesos
dejamos atrás las madres depresivas
que se tiran en una cama y duermen con
una máscara de acero. Nos olvidaremos
de las hermanas de chocolate y veneno
por dentro por más que sueñe con avispones
incubando en una telaraña.

El toro de pozo siempre estará ahí
por mucho tiempo y no olvido que sus
orejas simbolizan cuernos, frascos de
aerosol adornan ahora el pavimento.

Teje mis zapatos para correr por las
azoteas brincando con sapos y comiendo
con shamanes locos de puro estrés y si parecen
contentos es por que muchos han muerto al revés.

Ella volvió una tarde que empezaba
y esa bacteria con forma de nada, esta
vez no le desollo el hígado ni la tráquea.

 

fascinante quede absorto entre tus letras llenas de un gusto a lo oculto y profundo y a la vez tan natural y tan etéreo como la danza de los cuerpos sin cuerpo... un placer leerte

 

Muchas gracias por tus palabras, es como dije un día, los poemas que escribo los hago de pedazos de rompecabezas, a veces salen bien y a veces no tan bien hahaha, pero lo importante es seguir escribiendo....¿Realismo mágico? Me gusta el término jejejejeje...

Saludos y gracias por pasar a mis líneas.

 

Hola Jonathan, muchas gracias a ti también por tus gentiles comentarios, me alegra que te haya causado ese efecto, ¿Sabes? A veces cuando se nos van los amigos, nos dejan ese dolor que nos hace hacer éste tipo de cosas...

Saludos y de nuevo muchas gracias por pasar por aquí.

 

Ese estilo tuyo es unico Jana, un estilo que nunca decae y al contrario cada vez que te leo lo admiro mas. Un abrazo.