Torre de babel

Babel, Babilonia cierra sus puertas
y levanta un gran edificio
Una torre, decíase por ahí
a las afueras del estado carolingio.

La edificación es colosal
se dice que gigantes existen adentro,
hay también templos para venerar dioses
y que ellos disfrutan de la ambrosia en sus aposentos.

Los gigantes custodian sus entradas;
Tienen lanzas y el caracter de tauro.
No descansan aquellos gigantes de piedra
y no se conmueven ni por poemas ni por cantos.

En sus interiores puedes encontrar a los sacerdotes,
también estan los cantores y trovadores.
Estos se dedican a guiar al confundido
y hacer que sucumba ante sus dolentes sentidos.

En los pisos medios se hallan los héroes
valerosos hombres que en guerras anduvieron.
Estos también son venerados como constelaciones
por haber logrado superar las pruebas que se les impusieron.

Por encima, en la cúspide se encuentran los dioses altos:
esbeltos y poderosos, omnipotentes y con temor ninguno.
Estos dioses no son misericordiosos, sino por el contrario,
son iracundos y no aceptan perdón alguno.

El estado babilónico ha depositado aquí sus mil verdades
y bajo el mandato y la ley del gran dios Marduk.
Nosotros los mortales tratamos de subir con ella al cielo
pero los rayos de los dioses iracundos nos revientan los cesos.

Los mortales estamos ávidos de llegar a la habitación divina
y es que la torre se hizo con el propósito de llegar a la cúspide,
más ninguno de ellos llegó
y aceptamos nuestro tortuoso destino en el que los dioses nos escupen.

 

La historia de las civilizaciones que se creen superiores a otras por calidad de genes, siempre acaban por derrumbarse.