Tóxicos de cabecera-.

Yo he debido de ser, sin duda alguna,

muy malo alguna vez en la vida: tristes cantos

acuden siempre a mi

cabecera, llenándola de estridencia e irreverencias

blasfemas. Malvado e iracundo

siempre acabo sosteniendo argumentos contrarios

a la mayoría, no por simple tozudez en la rebeldía,

sino, con consciencia plena de lo que digo y hago.

Debí de ser, en esta o en otras vidas, pusilánime

en el ardor de la batalla, mal conservador de haciendas

públicas, hediondo recaudador, y dividir pueblos enteros,

porque sino, no me explico esta dubitación constante,

y estas tétricas y macabras profecías, llenas de espanto, que

estremecen mi mal sueño nocturno.

De todas todas, que usé del veneno feroz de las ranas y sapos

malayos, todos ellos, de sobra conocidos por enfermeros suicidas

y médicos adictos.

©

 

Creo que todos traemos de serie algún veneno en el adn, luego a unos se les desarrolla o les afecta más que a otros.
Interesante poema, Ben. Observo un exceso de comas innecesarias en el texto, no sé si están puestas adrede como algún tipo de "licencia" poética o son meros errores gramaticales. Un cordial saludo.

 

Gracias Luis, sí, pudiera ser lo de las comas, como no corrijo así me va...un abrazo!