Tragedia para vos el que me odies

¡¿Tan grande es tu odio?!
Yo no deseo la muerte para vos,
Pero decís con gracia que querés morir,
Y renacer cuando yo ya no esté,
Y, en caradurez, afirmás que estar juntos fue un error,
“¡Cualquiera comete un error cuando estamos calientes!”, así me insultás,
Aún sabiendo que estaba contigo puramente,
Cómo no estar seguro si cuando te pregunto si me odiás,
Me enviás la carita de un diablo sonriendo,
Y un burlesco “jajaja” añadido al emoticón,
¿Acaso te he puesto un arma a la cabeza?
Mientras más mentís me pregunto si aún te quedan dientes para masticar,
¡Vos sos error al no aceptar tus fallas!
Porque me seducías y Dios sabe de ello,
Es lo único que puedo poner de testigo,
Mis paredes no hablan menos mi colchón,
Pero, Dios tiene un gran peso en las conciencias, ya verás,
Pero, me detengo acá y te respondo:
¡Odiale a todos! ¡Que tu odio se vierta en pos de miles!
Pero, estuvimos juntos y te amé mientras lo estuvimos,
Pero, vos luchás contigo una batalla de infinitas lunas,
Y no parecés entender que te amé,
Pero, hoy me abro de vos,
Pues tu rostro cúbico tiene varias caras,
Mientras decías que te gustaba estar piel a piel, recordá, fue tu boca la que habló,
Tu lengua la que sentenció,
Mientras tu cuerpo y el mío salían a ver las estrellas fueron tus manos las que me guiaron,
Me mostraron el camino a otras galaxias,
¡Buena suerte en tu odio!
¡Y qué tragedia para vos el que me odies!
¿Qué es el odio sino gemelo del amor?
Prefiero que me odies a no sentir nada,
Pues como el amor se transforma en odio,
El odio se materializa en amor,
Cada uno da lo que recibe,
Pero, si te herí como decís que lo hice,
Dame el perdón que te di cuando me dijiste “yo me doy cuenta cuando alguien no me aguanta, me doy la vuelta y me rajo, nunca más le hablo. ¿Vos no pillás esas cosas cuando nadie quiere hablarte y demás cosas?”.
¡No! ¡No me doy cuenta de esas cosas!
Porque malicia no tengo contra vos,
Pero, a vos te alegra todo eso al decirlo,
Y te reís de mí en burla mientras te miro,
Tratando de que te apiades de mí,
Porque yo no puedo herirte así,
¡Buena suerte en tu odio!
Injustificado, pero, justo para vos,
Vamos a ver hasta dónde vas,
Desde hoy en más, vos, ser humano,
Que te llenás de gases y desechos,
De sangre y colesterol,
De fibra y glucosa,
La misma cosa viva de barro,
Que te creíste más que yo por amarte limpiamente,
Te dejo pasar como una tormenta,
Y respiro el fresco pasto recién cortado,
¡Si no me hablás más, cumplilo!
Yo pondré de mi parte,
Mi boca ya no se abrirá para vos nunca más.

[FONT=&quot]15-05-2011

 

duras y fuertes palabras, tal vez en un momento así, no hace mucho sentí, saludos

 

Enorme poema tremendo y conmovedor, estremecen sus bellas letras preciosas.

 

Gracias a los dos colegas por sus palabras. Es tan motivador leer vuestros comentarios. Saludos cordiales!!