Transparencia

Siendo como eres tú donde te halles,
siendo como yo soy si te acompaño,
incluso ciego para ver tu daño
puedo ver que estás triste aunque lo calles.

Ya tanto te conozco en tus detalles
que ni tu alma me ocultas con engaño,
ni tu cansancio encubres con amaño
ya asciendas cumbres o desciendas valles.

Tan fatigado estoy de tanta duda
por la razón de tu melancolía,
que ya me he resignado a verte muda.

Mas tu palabra aguardo todavía,
y el día aquel que a mí tu voz acuda
¿qué haré?... No sé... Tal vez... llore ese día.

José Benito Freijanes Martínez​

 

Redondo y hermoso poeta, lo he disfrutado mucho. Saludos.

 

Dulce y tierno su hermoso soneto. Un placer leerlo.

 

Muchas gracias, José Luis. Es un placer para mí que os guste. Un abrazo.

 

Luciana, gracias por tu amable comentario. Es para mí un placer que te guste el soneto. Un saludo.

 

Hermoso, José Benito, profundo e inspirador soneto. Un saludo

 

Muchas gracias, FanÁngel, por tus amables palabras. Un saludo desde el fondo del corazón.

 

Muchas gracias, Isabel. Si te fijas, el último verso puede colocarse en forma de tres trisílabos que riman en asonante, y un pentasílabo:

¿Qué haré?
No sé.
Tal vez
llore ese día.

Sumarían, entre todos, 14 sílabas métricas. Pero cuando se juntan... voilá! Aparece el endecasílabo. Espero que haciéndote notar esto, lo disfrutes todavía más...

 

...O tal vez esperando a que mi amada me hable para confiarme por qué está triste, y yo lloraré de emoción porque por fin ha confiado en mí.
...O tal vez esperando a que me diga el motivo de su tristeza, que yo sospecho que es algo que me va a doler, y lloraré por esta causa.
...O quién sabe. Precisamente la poesía está ahí: en el lugar para la imaginación.

Muchas gracias por leer y aventurar tu interpretación, estimado Iguazú. También es válida, como todas las demás. El poema, una vez escapado de la pluma del autor, adquiere vida propia, y puede llegar a decir todo lo que el autor nunca imaginó, y más. Por eso es poesía. Un abrazo.

 

Pues en eso discrepo. Sí que acertáis. Siempre acertáis, incluso con interpretaciones discrepantes. Lo que dice la obra está escrito allí, aunque al autor nunca se le hubiera ocurrido. Es más, incluso puede ocurrir que una obra diga precisamente lo que el propio autor nunca hubiera querido. La obra, cualquier obra de arte, desde la poesía hasta una escultura o un cuadro (y en la literatura mucho más), tiene su vida propia una vez que el autor la ha dado a luz. Por esto la obra de arte anónima es relevante (no sabemos quién la escribió), pero el autor con obra desconocida es irrelevante y queda olvidado. Un abrazo también.

 

Bueno, uno no siempre ve lo que quiere ver. Ve lo que la lectura le dice, pero no necesariamente tiene que coincidir con lo que le gustaría. A veces sí, a veces no. Pero en fin, algo así... Otro abrazo.