Transylvania

Transylvania

Descubrí la magia;
Impregnada en cánticos.
-Rocé las piedras prodigiosas-

¡No a la ofuscada!
Traspase la fría y congelada;
Adiós tórrido respiro.

Oh! Transylvania…
Hermosa tierra.
En mi viaje, yo navegaba…
Sobre los vientos de la melancolía.

Repose en Cristo, admirada.
Insignias de salitre y almizcle.
No deseo marcharme.
Oh! Transylvania…​

 

¡Te imagino, Yohaly, vagando entre esas nieblas somnolientas y pesadas del paisaje de la fotografia; descalza sino desnuda, sintiendo la rugosidad y aspereza de su suelo en tu caminar; estremeciendote al aire frio, gelido de las montañas que entre los arboles y arbustos humedecen con escarcha tu piel. Te percibes casi inmaterial, hecha de suspiros que rondan de manera inagotada los escarpados de los precipicios. Hay silencio tambien la penumbra que pacientemente desde el propio vientre de tu nombre se abre. Es de noche. Imaginas un vampiro que sabes que no vendra. Sigues caminando hacia la cima y sospecha de alguna manera que todo esta bien, que tu estas bien. Esperas alguien; esperas algo y...

Repose en Cristo, admirada.

Que hermosa frase, mistica. Felicitaciones, me gusto mucho tu poema casi elegiaco.

Besos.

 

Amiga, has despertado muchos recuerdos en mi. Nací en Transylvania. No digo más.
Muchos abrazos.

 

Me has dejado una espina clavada, una nostalgia por el recuerdo de una vida que no viví; me resultas familiar.
¿Qué demonios eres?