Tras el ocaso...

Manos de hombre
con olor a miel.
Recorren mi piel,
ansiosas descubren
cada grieta decorada
en mis treinta primaveras.

Tus dedos deslizan sus huellas
y no hay cosa más bella
que en noche de estrellas
seducir a la pasión dormida.
Resucitando, tras el ocaso,
de un amargo sueño...

Hoy despido a la soledad
desvisto mi cuerpo
de sinsabores y temores.
Entre la húmedad
de unas sábanas blancas
me entrego sin frenos
a tus manos de hombre
con olor a miel.

Mis dedos tímidos, sigilosos,
reconocen el sendero
de tu piel tallada.
Me aferre a tu espalda,
a cuarenta otoños
de tardes grises y desiertas.


Cientos de cuentos dorados
y miles de versos archivados.
En medio del olor a hierba,
despúes de treinta primaveras
escribo un nuevo poema
con espacio reservado
justo al centro de mi corazón.


"Entre dulces besos
y las olas de espuma salada
los sentimientos vibran
al coompás de la marea"....
:::wub::: :::wub:::

 

Vaya, vaya.... muy hermoso, sí. un placer leerlo.