Tras un octubre negro busco a la sirena blanca

Sobre la mar, el arponero sueña,
hallar el norte estricto de su vida
y en las aguas concibe, travestida
de sales y de lunas, a su dueña.

Ella lleva en sus ojos los destellos
de las caricias todas de los mares
y en su carisma pleno de avatares
refulge el sol, tatuado en sus cabellos.

Sus labios rojos tienen el fermento,
la savia que trepida en cromosomas,
cual un precipitado mol de furia

que regala a mi cuerpo los aromas
y trastocan mi ser y pensamiento,
desatando mi ardor y mi lujuria.

En las olas reposa mi sirena
y al viento se desnuda sin desaire
con su sonrisa núbil, tan amena...

que flotando me siento sobre el aire
bajo la magia de su luna llena.​

 

El Arponero, grato visitarte y felicitarte por tan bello arte.

Saludos,
desde Panamá.

 

Bello y profundo poema nos dejas.
Ha sido muy grato leerte.
Saludos y Bendiciones.

 

Grandes versos Arponero, mi mas sincera enhorabuena. Tiene un ritmo cautivador, algo de especial este poema, me ha gustado muchísimo. Un Saludo.

 

Hermosas letras impecables de un poema sobresaliente.
Desde Mar del Plata, abrazo fuerte al corazón.

 

y al viento se desnuda sin desaire
con su sonrisa núbil, tan amena...

que flotando me siento sobre el aire

Muy bello querido amigo...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...