Trata de yernos

Le tengo miedo a mi suegra, me acorrala en el pasillo
y cuando no está su hija me practica el molinillo.

Como es mayor la respeto y no le doy dos capones
y aguanto que de un tirón me baje los pantalones.

Cuando hay merienda es peor, aparecen sus amigas
y succionan con tal fuerza que tiran de la vejiga.

Hoy me ha llamado mi suegro, seguro que sabe algo
pues me ha citado en la casa que compraron junto al lago.

Entro en el salón temblando y me lo encuentro desnudo
con un gran cuenco de nata y un besito por saludo.

Está echado junto al fuego sobre una alfombra de oso,
ahora comprendo el refrán pues ambos son horrorosos.

¡Lo hago por ti Margarita!, dejaré que me eche el guante,
¡qué pena estar viendo Cuenca sin ver las casas colgantes!.

Si es que soy un calzonazos, esto ya es trata de yernos,
si hasta el puto mayordomo ayer se me puso tierno.

Y encima tenemos cena, vienen mis cuatro cuñadas,
esperemos que esta vez vengan de casa folladas.

Porque yo no puedo mas, tengo el alma por los suelos,
este jueves por la noche nos visitan los abuelos.

 

!Joder! Es fantástica la historia,bien llevada y con una retranca que tira para atrás.Solo hay un problema,achacarle a la rima,pero como lo lea alguien de Cuenca no le va a gustar lo de " casas colgantes",pues ellos dicen que se debe decir " casas colgadas".
Salvo esta anécdota,me he reído mucho y ha merecido la pena pararme en tu rincón.Emhorabuena y saludos.Bernardo de Valbuena.