Treintaiuno por la noche

Noche de nubes
y truenos.
Montes de riscos.
Siento que ruedo hacia abajo
en mi limbo.
El pecho en cruz,
cerrado el libro.
Abiertos los oídos
a los secretos del viento,
a pleno verano,
en gélido rito.
Todo se aleja
como si estuviera muriendo.
Pero soy yo
quién se vá yendo.
¿Que día es hoy?
¿Por qué rincón tuyo
habré pasado
que se soltaron mis huesos?
Todo explota allá arriba
me impide de ver las estrellas.
De todos modos,
esas nubes de mierda..
Y mi sobresalto..
Malditos petardos.
Yo estoy a un año, de tí,
más lejos.
Un día mas cerca
de mi último momento.
Me sentaré a mirar
como rasca su abdomen
ese grillo asustado,
que sin saltar, canta.
En tanto
enciendo un cigarrillo
sin pensarlo.
Amargos humos,
que involuntariamente aspiro.
Como el cielo
de ésta noche de nubes,
lluvia de luces,
rayos
Y truenos sin sentido.

********yessuangel*
​

 

Estimado compañero:

Te ha quedado excelente este poema, algo lúgubre y obscuro, me ha fascinado leerlo. Sobre todo los versos que dicen

"¿Por qué rincón tuyo/habré pasado/que se soltaron mis huesos?"

Un placer leerte.

Saludos y buena vibra

 

Ya somos dos en el mismo lugar.