Trenes sin retorno

Tantos trenes en la bruma, espadas al sol sin regreso.
Mi vida en un vagón, bajo las fotografías de campos áridos,
el cielo en calma, el silencio oscuro. ¡Qué ritmo de síncope,
qué parpadeo de luces en la noche, qué aullido de lobos
anuncia el devenir! Dentro los iris zarcos buscan el níquel,
los cromados donde las imágenes se diluyen en un diapasón
de instantes umbríos. ¿A qué lugar llegaré, acogido por las nubes,
el magma gris que se pega al cristal como un aliento húmedo?
Solo la música uniforme hiere el corazón de las vías, persigue
la cadencia de un porqué sin memoria ni luz. Y al fin descubro
lo que perdí y añoro, lo que aún soy entre la fugacidad rota
que el tren va dejando, como estela, como firma de un ayer
que ya no puedo revivir.

 

Tu infancia sí saldría a flote, si te propusieras realizar un taller de expresión creativa. Hay asociaciones para fomentar la salud mental, y se parecen mucho a las comunidades cristianas. Lo que ocurre es que predican, antes bien, el sonido del silencio. Puesto que política, fútbol y religión, son los temas prohibidos.

 

Gracias por leer y comentar. Un saludo.

 

SE podría decir de estos versos que la introspectiva se torna surrealismo para autoanalizar el pasado de un futuro sin salida, profundo poema, saludos Alex

 

Bello querido amigo... sonidos, instantes que rozan la piel del silencio como en el alma se hacen lumbre para tus versos...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Gracias, Álex, por tu lectura y palabras. Un abrazo.

 

Gracias, Nancy, por leerme y comentar. Un beso.

 

Bellos versos nos regalan imágenes que nos llevan a recorrer en el tren de los recuerdos.
Un placer leerle amigo poeta.
Un abrazo fraterno.

 

Gracias, jalvarez, por tu lectura y palabras. Un abrazo.

 

de esos que aprendes y sabes que no volverás a ellos, saludos poeta

 

Gracias, amiga, por leerme y comentar. Un abrazo.

 

No deja de ser nostálgico el pasar de ese tren, lleva todo y no regresa nada.
Me ha gustado leerte
un abrazo poeta

 

Gracias, ladulcec, por acercarte a este poema y comentarlo. Un abrazo.