Trilogía

Tú y mis oídos

Tu voz me llega aún
fatiga espléndidamente mis oídos
que como alas nuevas
se dejan huracanar.

Tu voz
no intenta sobornarme
ni pedirme las palabras de siempre
tu voz comprende
el lenguaje de mi silencio
y tal vez
el esqueleto de mi beso.

Tu voz
pues sí , tu voz
no es que me haga falta
sólo se huele la ausencia.
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Tú y mis versos

mis versos no son nada escandalosos
más bien son tímidos
siempre lo han sido.

mis versos nunca intentan honores ni fiestas
apenas soltarse el pelo
y dejar que su olor se esparza
al abrir el corazón.

mis versos pueden creer que soy torpe
cuando los desvisto a medianoche
y los acuesto en mi agenda.

mis versos pueden tener todos los defectos
la inexperiencia de mis años
y este impulso de las letras
que me incineran.

mis versos
mis versos son de esta manera
pero hoy
ya no son los mismos
después de tu mirada.

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Tú y mis razones

no hay razones pero es extraño
que consigas esa rara tibieza en mi
que sólo conocen
el viento y los pájaros

no hay razones
para creer que tú
puedes sacudirme las nostalgias
y escudriñarme el último sentimiento.

no hay razones
por las que recordar
tus manos y tus franquezas
en medio de este silencio
que de cuando en cuando me llega.

no hay razones
para darte mi paz
que rescate en esta ciudad
muda y ciega.

no hay razones
para que te diga mi amor
que no hay razones.

 

Razones (o sinrazones) para escribir versos a la ausencia.
Grata lectura.