Triste me siento...

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Hoy me siento como si la vida no fuera más que un conjunto de momentos vacíos que siempre se nos escapan, y mientras intentamos llenar esos momentos con algo de amor que sentimos por dentro - lo único que conseguimos, es dolor de saber que a nadie le hacemos falta, que somos unos inútiles, que si hubiésemos muerto, el mundo respiraría con alivio por no tener que aguantarnos... Un estorbo menos para todos - porque somos inservibles, somos basura viva caminando por la tierra... No tiene sentido estar aquí, a no ser que alguien digno de nuestro querer sepa recibirlo... Es como cuando un mendigo en vez de pedir limosna, quiere entregar todo lo poco que tiene, su alma y ser, su amor, devoción y todos sus esfuerzos, a un rico que lo mira con despreció - y eso sin esperar absolutamente nada a cambio...

Feliz quien tiene amor suficiente para ofrecerlo sin merecer que lo quieran... Pero el amor siempre tiene dueño... No es huérfano del espíritu que busca encontrar un lugar para morirse, como la luz que muere con el sol - y con él renace al amanecer... El amor existe cuando aparece alguien único y diferente, insustituible; alguien cuya personalidad no se parece a la de ningún otro ser humano en la tierra... Cuando ese alguien se niega a recibir, por lo que fuera, es doloroso. A veces incluso mata de verdad... Pero eso no es motivo para que el amor se apague - al contrario, tan sólo crece y sigue fortaleciéndose, mientras se aprende humildad y servicio, la base del verdadero amor, siempre incondicional, hacia el ser querido...

Triste me siento en este día, porque aunque sé el motivo, la causa de aquella lluvia de piedras ardientes las que cayeron sobre mi cabeza agachada hasta el suelo esta mañana, no hay un posible consuelo para mi corazón que necesita darse a ese único alguien capaz de hacer que llueva también en el alma... No hacer eso sería peor que la muerte, sería desperdiciar la vida que tenemos - nadie es en realidad autosuficiente...

No es bueno sufrir, pero es mejor sufrir y amar profundamente, que evitar el sufrimiento por no amar a nadie... Y es que el amor verdadero sólo se da a un ser, un alma, una sola persona, aunque esa persona sea nuestro propio verdugo a veces... El amor siempre pide sacrificios - pero por otro lado, no es un sacrificio sufrir por amor, si no se sufre en vano, sino con el fin y propósito de servir y complacer al ser amado, entonces, el dolor es un placer - y aquél que ama, prefiere mil veces que le duela, con tal de ser causa de felicidad ajena, a no poder cumplirse el sentido de su existencia que es encontrar a alguien bueno y merecedor, y hacerlo muy feliz... El que ama, sólo es feliz cuando puede dar felicidad a su amado...

Para saber vivir disfrutando el dolor de amar así, hay que ser muy fuerte, en todos los niveles - emocional, mental y espiritualmente, porque eso requiere un cierto carácter... Pero es normal y humano sentir tristeza de vez en cuando, ya que todos a veces se deprimen... Tanto el fuerte, como el que se dice ser débil. La diferencia es que cuando el fuerte se deprime, lucha contra eso, no se rinde al desespero y siempre conserva alguna esperanza, aguardando la victoria - mientras que el débil se hunde en la tristeza que le arrebata todo - y muere tarde o temprano, y está perdido. La debilidad no radica en llorar, ya que los fuertes también lloran - sino en la capacidad para salir adelante, a pesar y por encima de las circunstancias y los acontecimientos que provocan tal un estado de ánimo, en el que cada uno somos frágiles y susceptibles, y nos afectan las palabras, aunque solamente sean producto de una mente alterada por un licor barato y unas lágrimas derramadas hace poco... Pues, no somos de piedra... Hasta el hierro se hizo con fuego y fue líquido antes de ser hierro...

Un diamante corta el vidrio y el vidrio sangra - y no por eso deja de ser diamante... Porque el vidrio primero es arena, y la arena necesita el calor del fuego para convertirse en cristal... Así todos necesitamos amor - y poder darlo es aun mejor que recibirlo, siempre cuando lo reciba la persona correcta a la que nadie ni nada jamás podrá sustituir...




[22/01/2015]