Tristeza ante la evidencia de caer en el olvido

Tristeza suprema ante la evidencia,
evidencia de que no van a volver,
evidencia de que les voy a perder,
evidencia de soledad inerte,
evidencia de soledad vehemente.

Sin embargo yo sigo aquí,
sin embargo tú no has vuelto a mí,
sin embargo estoy esperanzada esperando,
sin embargo no os importa, no queréis estar a mi lado.

Poco a poco me doy cuenta,
poco a poco me invade la pena
porque sé que no vais a dar nada por mí,
porque sé que no veis todo lo que yo dí.

Pero sigo aquí esperando,
mis puertas abiertas pero seguís caminando,
caminando lejos de mí,
caminando sin pensar en lo que perdí.

¿Para qué un ultimátum?
¿Para qué un manifiesto?
¿Para qué lloro y me desconcierto?
¿Para qué chillar y perder el aliento?

Al fin y al cabo no puedo confiar en ti,
al fin y al cabo te pedí un favor y te perdí,
al fin y al cabo fui yo la que te hizo elegir,
al fin y al cabo sigo añorando estar junto a ti.

Puede que sepa que nadie es irremplazable,
puede que sepa que volveré a ser feliz,
sin embargo mi pena es ya imparable,
sin embargo sigo queriendo estar junto a ti.

Desde la lejanía veo que os alejáis,
desde la lejanía de la extrañeza os empapáis.
Extraños y desconocidos viejos amigos,
distantes e indiferentes viejos conocidos.

Y lloro y lamento haber conocido
la dolorosa verdad de amigos perdidos,
y lloro y lamento haber admitido
que podría seguir, seguir sin amigos.

Pero yo así no podía vivir,
necesitábamos un cambio, lo debéis admitir,
quizá el cambio fuera alejaros de mí,
quizá el cambio fuera dejarme partir.

Ahora ya solo puedo esperar,
esperar que esto cambie y me volváis a añorar,
porque esa añoranza os dirá la verdad,
la verdad de que yo no os quería cambiar,
tan solo quería volveros a juntar,
juntar a unos amigos unidos en felicidad.
Pero todo lo que he obtenido a sido agresividad,
odio, ira, olvida que solo me hacen llorar.

Ahora sueño, sueño con tiempos de confianza,
tiempos en los que todo era alegría y esperanza,
tiempos de verano en los que todos éramos amigos,
tiempos que se perdieron y se almacenan en el olvido.