Trofeo de adioses…

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No habrá más contingencia de palabras
la estructura de mi verbo, frágil, se muestra
y en éxodo se cae entre la trivialidad
de un bosque de desencuentros
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La verdad, (la mía) que exonera
la sequía de estos versos sin cosmos
infértil es… Y la charca que absorbe
la rígida sonrisa de la luna, se somete
y en cristales de sal se disipa
en las hilachas del viento.
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Dejo, si es que dejo algo
un escueto drama de paraísos verbales
y este maldito ruido de verano que truena
sobre los ejes de un diciembre despoetizado…
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Ahora, llega enero a la orilla de la insuficiencia
y se escurre como cucaracha entre las cloacas
de mi yo… porfiaré una mentira más
casi como un ruego

y después, permítanme blasonarme
de esta derrota, única prueba
de mi elemental trofeo de adioses…
ante mis demonios.

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¿la lucha está perdida?
¿el tiempo no es suficiente?
no creo que sea aún un trofeo
mientras hay vida
hay esperanza,
sentidas letras,
abrazos a la distancia
Denn​

 

Nada como las letras para que el espíritu o el corazón o ambos griten al viento su desazón. Un placer leer tus versos en este enero ya poetizado, un abrazo