Trofeo de honor

Sin dejar que pase el tren
por el andén de la vida
sin dejar pasar la vida
sin dejar de hacer el bien
el bien para el semejante
el bien para ti también

Forjando y siempre remando
para alcanzar la victoria
que nos dé satisfacción
en las concluidas batallas
donde se alce el pendón
como trofeo de honor

Para que el día amanezca
con una nueva promesa
con una nueva ilusión
y algo que poner en la mesa
como una noble ración
con una real esperanza

Con un sol muy caluroso
que esté incitando a las nubes
a desprender su llovizna
como perlas de cristal
dándole al hombre lo justo
que pudiera conquistar

 

Efectivamente. Ni más, ni menos.
Un Juicio Final, de encuentro con el Señor.
Y entonces, después de los temblores, el final feliz.