tu nombre

nadie te nombra en mi casa, como si mis tristes ojos
lo hubieran prohibido, nadie pregunta por ti, bajan sus voces cuando eres inevitable.

pero nadie le dijo a los rincones, nadie le dijo a los espejos, a los cuadros, a la puerta por donde te fuiste un día que no debían recordarte, que no debían hablarme de ti, que no debían preguntar por tu ausencia, que no debían esperar tu regreso.

¿como silenciar las copas que probaron tus labios, como hacer que mis mantas olviden tu calor, que mis sabanas no extrañen tus sueños, que la luz que dejaste apagaba se niegue a brillar de nuevo, como evitar que mi puerta llore cuando no eres tu quien la atraviesa?

no ven mis ojos, se olvidan que yo tampoco puedo con el peso de tu recuerdo, que a mi también me duele el silencio que dejaste, que tu nombre quedó ahí, suspendido entre espejos que te reflejaron, en sillas que te acariciaron, en rincones que escondieron tus ecos para siempre.

nadie llenara mi casa como tu, nadie hará que mis rincones te olviden, nadie sacara tu aroma de mis noches, nadie será capaz que mi casa y su triste inquilino te olviden para siempre.

 

Hay personas que nos impregnan la existencia, y olvidarlas no es una opción.

 

Es completamente cierto

 

Muy linda poesía, logras expresar y hacer llegar esa nostalgia al lector.
Un placer pasar.

 

Gracias malena

 

una maravillosa poesía,saludos

 

Gracias

 

así se siente cuando uno se queda atado a un recuerdo.

un saludo

 

Es solo un poema

 

yo lo siento muy real, jajaaj...
los poemas, dicen cosas que callamos

 

Los poemas dicen como sentimos, es verdad

 

Ayyy My Way, nada ni nadie te harán olvidar ese amor que viviste con intensidad, todo está impregnado de su recuerdo y algún día partirá contigo, sólo Dios sabe si hasta la misma eternidad... Me ha encantado leer estos bellos y sensibles versos cargados de fuerte emotividad. Besazos con admiración.

 

Gracias Lomafresqui

 

Una hermosa prosa como demostración de la intensidad de un amor vivido por todos los rincones. Hay un baño de melancolía que invade como un vendaval la huella de cada paso. Un placer leerte. Saludos.

 

Gracias joblan