Tú siempre, abril

Abril, mi buen amigo, siempre eterno
regresas a mis árboles durmientes
con pájaros, solfeos, con torrentes
de brisas arrullando mi cuaderno.

Deshaces el letargo del invierno,
lo tornas agua púrpura en las fuentes,
conjuras con el sol, me das nacientes
lloviznas, bautizándome fraterno.

Y te hablo de campiñas y verbena,
de ramas que se mecen, de mimosas,
de siestas bajo sombras generosas
que acercan dulces sueños de azucena.

Abril, tú siempre, abril, en mi despiertas
las trovas vivas de las hojas muertas.

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Cada hoja muerta arde en vida por nosotros. Un beso, Eva.

 

Una preciosidad de soneto, que versos tan resplandecientes de abril. Un placer. Mi abrazo más afectuoso.
Miguel

 

Ay, Sergio, tus comentarios me hacen a veces discurrir, pero no eres tú , soy yo.
Muchas gracias por acompañarme, un abrazo fuerte,
Eva

 

Querida Isabel, muchas gracias, aquí seguimos en abril, ojalá que nos siga trayendo poemas, miles como su lluvia. Un abrazo grande para ti y de nuevo, muchas gracias.
Eva

 

El placer es mío, Miguel, muchas gracias por tus palabras generosas.
Un abrazo con cariño,
Eva

 

Un soneto inglés que regocija el alma. Precioso! Gracias por compartirlo.
Saludos.

 

Muchas gracias a ti por leerlo, Angel, y disculpa la tardanza en contestarte, ando a trompicones.
Un saludo afectuoso,
Eva