Tu voz...

Tu voz,
plantel de mi huerto apedreado,
serranía de mi llana estepa,
silencio de colmena;
crepitar alborotado
de mi corazón de rama y fuego.
Miel sonora, arquitecta
de mi cuerpo amigajado.
¡Quiérete lejos de mi espera!,
ya me dejaste dulce el gusto,
y el regusto salado.

Tu voz…
¿Qué más da
qué más dijera?​

 

Hermoso poema, amigo, con dulces imágenes!
Besos,
Chiqui.-

 

Realmente pocos escritos me cautivan en el hecho de involucrarme dentro la historia narrada o la expresión obvia. Éste, entonces, es meramente satisfactorio y grato a la lectura; es, además, tan saludable como digerible.



Saluti.



Andrés "Dorme durante il giorno" Amendizábal.

 

La voz de la musa y la voz que sos vos, anudador de la palabra diáfana, intensa, lúdicamente bella.

Bravo, Álvaro. Ojalá hayas comenzado una década poblada de gemas como ésta.


Un abrazo porteño.

 

Un escrito con mucha fuerza poética, me encantpo sencillamente el despliegue, un placer pasar, besitos envueltos en poesía

Lau

 

Nada más hermoso que escuchar la voz de quien se ama.
un placer leerte.

 

bellas obra, sin dúda buena pluma, saludos.

 

¡Felicitaciones, Álvaro, por tan merecido reconocimiento!

Un abrazo porteño.

 

Felicidades. Ha sido muy grato leerte esta noche. Aplausos para tu obra y para ti. Cuando se ama, la voz del amadoo ser endulza los días, es lo más hermoso que puede escucharse. Genial:::hug::ios te bendiga mucho

 

Felicidades papa. Te marcaste un poemazo. Segui dandome el placer de poder leer algo que realmente explote en mis ojos ,como este tuyo, hondo y breve, condensado. Abrazos gigantes y saludos desde Alemania.

 

Dulce voz que con miel dejan tus versos escritos, mi querido Alvaro, excelente poema, se llena el paladar.
¿Qué más da lo que dijera?... si se queda sumergida en el crepitar del silencio.
Besos nocturnos Poeta, estrellas arquitectas.