Tus sábados sin mí (14 versos solitarios, de 14 sílabas)

Tus sábados sin mí me saben a silencio
silencio de caricias, tortura en la ventana.
Tus sábados sin mí me duelen y evidencio
las ruinas de tu ausencia semana tras semana. ​

Embaucado del alma me derrumbo y presencio
las dolorosas horas con su ruido y su gente,
y como un loco triste, impío me sentencio
a esta cruel soledad que me hiere inclemente. ​

Tus sabados sin mí son tormento y derrota;
horca son del suplicio y terrible picota
do fenecen los sueños que forjamos enantes.​

¡Ya jamás nos querremos, ya no somos amantes!
Y hoy feral, humillado... errabundo maldigo,
el adiós a la magia de tus días conmigo.
​

Hielo y agosto... 2016. César Guevara​

 

Hieren las soledades que abrazan la derrota de un amor.
Un placer conocer su poesía, le dejo saludos cordiales.

 

Un placer su visita.

Soledades que son dagas
invisibles pero ciertas
rojo metal extraído
de las heridas abiertas...

 

Muy bello, me ha gustado mucho amigo Cesar. Un abrazo. Paco.

 

Muchas gracias, hermano. Abrazo fraterno para ti desde este lado del mar.

 

Aplausos de pie ante tan magistral trabajo. Bien elaborado. Felicitaciones. Saludos cordiales.

 

Ayyy César, la melancolía acampa dolida en estos bellos y emotivos versos, su tristeza pone límites al querer deambulando los recuerdos de instantes más felices y que hoy castigan tus días. Me ha encantado leer este precioso soneto. Besazos llenos de admiración y cariño sinceros....muáááácksss...

 

Me parece precioso, terriblemente triste y melancólico, pero hay algo que me gustaría que me comentaras.
¿Por qué dices tus sábados sin mí?Cómo puedes saber cómo son los sábados de ella?
¿No serían mis sábados sin ti, los que puedes conocer y saber bien cómo son? Háblame de eso... si quieres.
Gracias.
Un abrazo.

 

Al poeta le duelen los sábados de ella sin él, porque ya él no está en esos sábados. Era algo que se le daba y ya no se le da, algo que dejó de tener. Por supuesto, tal vez a ella los sábados sin él le sepan diferente: a libertad, a un nuevo amor, a tranquilidad... quién sabe (ella lo sabrá). El poeta solo puede hablar desde su perspectiva. Fue algo que el poeta consideró: "¿Cómo estarán siendo sus sábados sin mí, a qué le sabrán?"... y obviamente pudo especular, pero no pudo contestárselo (solo ella podría haberlo expresado); en cambio sí pudo decir cómo estaban siendo para él esos sábados de ella, sin él. Y respirar vacío, desolación, whisky.

Te agradezco mucho el interés, compañera. Y la lectura atenta.

 

Muchas gracias, compañero. Un abrazo cordial.

 

Exacto. Baila una especie de concavidad vacía, triste, que agita las manos al aire y no consigue nada tibio en qué apoyarse... solo una pálida transparencia. Son sábados perdidos en la suerte de un agujero turbio, de doble fondo y con falsos escapes.

Le agradezco, compañero, desde el afecto su visita y su hermoso, profundo comentario a mis letras.

 

Gracias, magnífica la explicación, ya supuse que habría una, pero no atinaba a encontrarla.
Pues ahora que nos cuente como son para él esos sábados sin ella...

 

Tu comentario, Loma hermosa, es como si un agüita fresca resbalara por la tierra reseca, ávida de humedad. ¿Dolor es igual que melancolía? Saben transfigurarse el uno en la otra y a veces, solo a veces, se convierten en poema. Pero de eso tú sabes tanto como yo, si no más. Agradezco enormemente tu fresca, hermosa visita a mis letras, mujer. Un abrazo cordial.

 

Jajaja, sí. Aunque posiblemente ya se le hayan acabado, o haya pasado a otra cosa.

Que estés teniendo un gran día.

 

Genial, César! Ya hacía un buen rato que no te leía y encontrarme con esta joya me he encantado. Escribes hermoso aún en la melancolía. Me encantó. Un abracito tierno.

 

Rosa de Costa Rica muchas gracias. Disculpa la tardanza. He estado un poco alejado de este sitio por diversos motivos. Es hermoso tener tu comentario. Un abrazo cordial.