Ultimo soneto infinitesimal y ultimado

me morirè en buenos aires con aguacero:
caerà la lluvia sobre mi cara sucia de angustia
mojada por el deseo màs puro y adolescente,
una làgrima rodarà por mi rostro, rayàndolo, rallàndolo;


rodarà una làgrima para caer en el olvido, para siempre,
pero habrà una sonrisa quebrada en mi boca: la sonrisa
de un gato muerto, de un gato absurdo de quien solo queda
una sonrisa. Asì serà o asì no serà, no importa, o quizàs sì,


no lo sè, què se yo, no sè nada, ni siquiera que no sè nada:
hay que ser humilde y abierto a la ciencia de la muerte, al arte
de la muerte, infinito como el amor, eterno como el sexo;


por eso, algo durarà de mì, lo sè, algo quedarà: un recuerdo, tal vez,
porque siempre perseguì, no lo matèrico sino lo eterno e infinito:
los dulces, profundos y bellìsimos vaginas, vulvas, clìtoris, ovarios, orgasmos

 

Infinitesimal baia baia