Umbrales

Podré huir de tus ondulados rizos,
en sonidos esmerilados, prodigiosos,
trasvasar incertidumbres implacables
y rociar con uvas amorosos odres.
Apunto al ramo de satinada floresta,
y en la proximidad, al desdén de la lava
que humea enrarecida con frecuencia.
Telémoros atosigantes, ardientes, fugaces
someten aromas a las ávidas caricias
susurran el valioso amor presente y
enriquecen el alba, mudo afluente,
avergüenzan los curiosos desvelos;
con las luces de tus manos bello regalo
del rumor púdico, latidos ardientes...