Un andar que derruye a cada paso

Descubren las farolas de la noche
las siluetas y casas de la aldea.
Camina, derruyendo en cada paso,
un hombre que recuerda cataratas
que caen de murallas del ayer.

Ahora los bolsillos de la luna
son sueños retenidos en las manos
que nunca arribarán a liberar
el amor encerrado en cada piedra.

No debieron poner tanto adoquín
incrustado en la calle que no estás.
Nunca debiste anclarme a tu pasado
ni al derrumbe de un pueblo y aledaños,
ni al puente donde fuiste mi jamás.

Ahora deambula solitaria
la niebla que devasta cada calle
y cada puerta que abre para siempre
la herida de unas piernas vagabundas
que ululan con los vientos de sus pasos.

Ahora soy más triste que esta noche,
la que esconde las ruinas de este pueblo.

 

y es que la vida nos pone el tropiezo más adusto que podríamos soldar, saludos

 

El pesar del sentimiento aflora en tus versos, dejando la belleza absoluta que captura la mirada y el sentir, un gusto pasar estimado Evano, saludos y abrazos.

 

Muy lindo. De que pueblo hablas ? Se parece al mío.
Saludos fraternos.

 

Preciosas letras magníficas y sobresalientes.

 

Sabe a recuerdo amargo con nada de esperanza. Pero es hermoso en su melancolía.
Felicidades.

Palmira

 

Muy sentidos y vibrantes tus versos amigo... intensidad que sobrecoge...un gusto siempre...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Que mal esta eso de ser tan tristisimo, aunque los versos son bellos, siempre bellos!! Un abrazo de luna hasta la tierra del nunca jamás (creo que en esa tierra todos tienen un corazón feliz en almas de niños)
mas abrazos!!!

 

Excelentes versos amigo, veo que tu tambien tienes tu playa del olvido.
Un placer, feliz domingo.

 

¡Cuánta melancolía hay en estos versos!, y es que hay días en que los recuerdos son nuestra sombra. Un placer leerte siempre, amigo. Un abrazo grande.

 

Muchas gracias, señoras Mariam y Ligia Calderón, por sus palabras tan bonitas y agradables. Se las saluda afectuosamente.

 

El silencio de las calles; esa media luz a la que con pereza nos acostumbramos. Soledad en las casas. Vacío de las gentes.
Son nuestros pueblos los que pueblan tus versos. No me extraña la melancolía.
Un fuerte abrazo.

 

¡Qué bien leyó el poema, Don Luis! Efectivamente, estos pueblos tienden a una melancolía perpetua. Muchas gracias, amigo. Un abrazo.

 

Un placer leer y notar como fluyen estas palabras, saludos.

 

profundo y expresivo, las metáforas que envuelven engalana sus versos, ha sido un placer pasar a leer su poesía, que tenga buenas noches.

 

Y es que a veces sucede. Ha sido
muy grato leerte como siempre.
Saludos cordiales.

 

Muchas gracias, señor Mocka y señor Ministro Oskuro, y señora Lou, son ustedes muy amables. Se les saluda afectuosamente.