Un ángel eléctrico

Ahí va la tempestad,
luz y sombra,
demonio y ángel,
custodia temporal de muerte inconclusa,
esencia y espora cayendo como cascada de oro,
una corriente sutil
ya parece tímidamente ese paisaje habitual que se introduce en tu vida,
carcome tu cráneo,
un árbol color sodio,
el desierto se extiende en tu submundo gris,
perceptible para pocos seres,
y la caída de un ángel eléctrico es el presagio
la piel del cosmos se torna suave,
como terciopelo de poderosas energías elementales,
Apocalipsis,
lo esperas sentado en tu nube,
siete arcángeles tocan su trompeta,
los ves dirigirse lentamente a los confines de la tierra,
miran sus relojes cósmicos, cae el granizo y lava su cara el planeta,
es sangre fuego y llanto,
se seca la vida,
la humedad y la rosa,
"Tengo estática y no querría lastimarte de nuevo" dice el ángel,
precipitándose como un dragón sobre la tierra
nuevamente afirma "volví sólo y cargado" y con ese lema en su boca,
se dirige a su presa,
Enredado en cables
estoy al filo de la resignación
debe ser el hábito
de esperar que algo quiebre el unísono
que cambie la monotonía de mi vida gris,
ausente de color y forma,
Ahí va la tempestad,
la amo en silencio,
la presiento,
aún más su piel,
el aleteo de su mirada,
porque el cambio está en la sonrisa de un ángel eléctrico,
en mi manía de creer en el ozono.
Un nuevo acorde
te hace mirarme a los ojos
a profundizar en mis miedos,
sobresalto lúgubre a una nueva realidad,
Hoy caí, al dejarte sola,
como un ángel eléctrico, que aterriza de incógnito en el planeta
ya pagué con creces quebrar la calma de tu espacio,
e incinerar la aurora
Aún tengo al sol para besar tu sombra

 

Interesante escrito... Un gusto pasar