Un año en chiapas

Fue en un ejido en la selva taraumara
en una casa grande y de madera, alejada de vecinos
nadie salía después de las 8pm
ni el viejo, ni la niña, ni los gritos, ni el llanto..
Había una tina grande
capaz de atrapar su cuerpecito bajo un cuerpo adulto, senil
y el agua ocultaba su dolor..
En las noches de tormenta ella rezaba, no sabía hacerlo,
pero lo intentaba
Cada noche pensaba qe sería la última
El dolor era inmenso y el temor la consumía..
Pensaba qe jamás podría salir de ahí, su familia se encontraba tan lejos y su inocencia no permitía encontrar el mejor plan para huir..
Había un vecino con un machete
él no era bueno para ella
pero era buen amigo del viejo..
El vecino siempre le daba dinero al anciano y éste,
éste decrepito, mandaba a la niña como agradecimiento..
La niña no gritaba, el machete era muy grande
y aqél hombre mucho más..
Cerca de la casa estaba el arroyo,
nadie iba por las noches
Era el refugio perfecto de la peqeña..
Por qe le temían a un peqeño arroyo
qe con su sonido y su calma era capaz de arrullar al alma más triste?? Ella le temía a los machetes y a los hombres..
Una noche, él debía salir y regresaría hasta la noche siguiente..
Era su oportunidad, había una idea qe rondaba su cabeza,
en ese ejido había personas qe se suicidaban con sus hamacas,
suicidar significaba qe dejarías de sufrir por lo qe te atormentaba,
por lo qe te dolía
Y a ella había algo qe le dolía tanto como para pensar en eso.
Y, tenía una hamaca!!
Esa noche no pudo dormir, pensando cómo lo haría,
su mayor angustia era decirle a su familia qe los amaba
pero qe los cuidaría desde el cielo..
Al día siguiente, el viejo salió desde temprano, la niña se fue a la escuela y jugó con sus amigos hasta cansarse,
se ensució de lodo tanto como pudo,
paseó con su yegua, comió un par de mangos y una lima,
corrió al arroyo y se empapó de él..
Estaba lista
Entró a la casa, parecía más grande qe nunca
Alcanzó una silla, trepó y trato de hacer un nudo con la hamaca, en su cuello..
Qé dificil era hacer nudos,
hizo algunos enredos, respiró..
No tenía miedo..
Dió varios brincos para tratar de tirar la silla y
Todo se apagó...
Sus ojos se sellaron..
Paso el tiempo, no se exactamente cuánto..
Después,
algo aturdida y dolorida, abrió los ojos y nada había pasado
ella seguía allí, pero en el piso..
Se levantó, y se recargó en el piano, se sentía un poco sofocada..
Aún no sabía hacer nudos........
No pasó mucho tiempo más, cuando el viejo entró a la casa
y la zarandeó por haber tirado la hamaca..
Más noches pasaron, más gritos, más llantos
Y sin un nuevo plan.


katy de villa*